5 señales de que un adulto mayor necesita una evaluación kinésica domiciliaria
Envejecer no significa quedarse quieto. Sin embargo, muchas veces los cambios físicos en las
personas mayores aparecen de forma silenciosa y progresiva. Lo que hoy parece "normal por la edad"
puede transformarse mañana en una caída, una fractura o una pérdida de independencia. Por eso,
saber cuándo pedir una evaluación kinésica a domicilio puede marcar la diferencia.
1. Caídas recientes con consecuencias físicas
¿Tu familiar se ha caído y terminó con un moretón, una contusión o incluso una fractura? Las caídas
no son parte natural del envejecimiento. Son un síntoma de alerta que debe abordarse cuanto antes.
Una evaluación kinésica puede detectar la causa (fuerza, equilibrio, entorno) y
comenzar un plan para prevenir que vuelva a ocurrir.
2. Dificultad para vestirse o ponerse los zapatos
Tareas básicas como abotonarse, agacharse o calzarse ya no deberían doler ni costar tanto. Si notas
que una persona mayor evita estas actividades o necesita ayuda constante, es hora de actuar. Puede
haber rigidez, dolor o pérdida de movilidad que con ejercicios adecuados se pueden
mejorar.
3. Reducción de sus actividades habituales
Muchos adultos mayores dejan de salir a comprar, de caminar o de participar en actividades
sociales. Esto suele interpretarse como una elección, pero muchas veces es el cuerpo el que se lo
impide: fatiga al caminar, miedo a caer, dolor articular...
4. Cambios que la familia suele normalizar
- Comienza a usar un bastón sin indicación profesional.
- Camina más lento o con esfuerzo.
- Siente dolor al moverse o prefiere quedarse acostado casi todo el día.
- Deja de manejar su dinero o de hacer sus compras personales.
- Observar el entorno real de la persona.
- Adaptar los ejercicios a su espacio y necesidades.
- Brindar comodidad y evitar riesgos como contagios o cambios de temperatura.
Estos cambios, aunque sutiles, no son normales. Son señales de que algo está cambiando en su
cuerpo y necesitan atención.
5. "Está en cama porque ya está viejo" - Cuidado con esa frase
Recuerdo a una paciente que llevaba semanas sin levantarse porque sus rodillas le dolían. Su
doctor le había dicho que era normal "por la edad", pero ella estaba cada vez más triste. La
evaluamos a domicilio, comenzamos a trabajar con cuidado, y en poco tiempo volvió a salir, a
moverse y a reencontrarse con sus amigas en el centro del adulto mayor.
¿Por qué hacer la evaluación en casa?
Una evaluación domiciliaria permite:
- Observar el entorno real de la persona.
- Adaptar los ejercicios a su espacio y necesidades.
- Brindar comodidad y evitar riesgos como contagios o cambios de temperatura.
Y lo más importante: la persona está en su lugar seguro, lo que favorece su participación y
confianza.
Un mensaje para quienes cuidan
A veces, lo que más ayuda a un adulto mayor no es hacer todo por él, sino darle la oportunidad de
volver a hacerlo por sí mismo. La kinesiología no es solo para recuperar... también es para prevenir,
mantener y acompañar.
¿Notas alguna de estas señales?
No esperes a que el problema empeore. Agenda una evaluación geriátrica integral a domicilio y
comencemos un plan para preservar su independencia y calidad de vida.